Born in a rural town in Bolivia, Lidia prided herself in her indigenous roots and native Quechuan tongue, and this pride was revealed through the sincerity in the eyes, as well as through her warm and deeply meaningful words.
Lidia was passionate about her family who supported her vision and mission to act with love. Jorge, her husband of 59 years, and her children, Jorge, Roger, Patricia and Pablo and her five grandchildren will continue their lives carrying a piece of Lidia’s legacy of love and hope inside their hearts.

Her beloved students knew Lidia as Maestra Lidia. They describe her as a woman of great heart because besides teaching with inexhaustible patience, she was known to support them as they solved some of their personal problems. She would buy books for them, and was also known to give them money out of her own pocket for transportation. Most importantly, she provided shelter for students who would otherwise have been homeless. A testament to the high regard in which Lidia was held is evidenced by the fact that on the afternoon of before her passing, nearly 200 of her students gathered at her home, while her family surround her bed to pay their last respects, and to uplift her in prayer and song.

We were privileged and blessed to have known this extraordinary woman who chose to live her life fearlessly, with a great sense of faith and who always acted with a deep sense of love.

(Compliments of The San Jose Mercury News)

 Biografía de Maestra Lidia Reguerin 

Lidia Reguerin nació el 30 de diciembre de 1932 en un pequeño pueblo rural conocido como Aiquile, en una finca llamada Tenería, en Cochabamba, Bolivia. Lidia aprendió a leer y escribir a una edad muy temprana, lo que la llevó a ser una excelente estudiante de niña. Quizás esto es lo que la llevó a convertirse en la excelente educadora. A los 16 años su madre falleció y se fue a vivir a la ciudad de La Paz con su hermana mayor Ercilia. Su hermana tuvo mucha influencia sobre ella y se aseguró de que Lidia fuera educada. Su hermana le dijo a ella que convertirse en profesora de inglés le abriría las puertas al mundo. Lidia inmediatamente se dio cuenta de que a través de la educación la gente puede liberarse. Lidia se graduó de Liceo Venezuela una escuela secundaria para niñas. Dspues ella se inscribió en Normal Superior Simón Bolívar, un Colegio de Formación Docente. Lidia se graduó como profesora de inglés. En 1960 llegó por primera vez a los Estados Unidos con una beca otorgada a ella por el Departamento de Educación del Estado. Esta fue un viaje de estudio donde visitó colegios de este a oeste. Ella regresó a Bolivia y enseñó durante seis años. En 1965 ella y su familia emigraron a los Estados Unidos. Ella se matriculó en la Universidad de Stanford y se graduó en 1967 con una Maestria en Educación. Posteriormente esto abrió las puertas para su exitosa metodología de enseñanza. A Lidia le apasionaba su familia que apoya. Su visión y misión es actuar con amor. Jorge, su esposo de 59 años, y su hijos Jorge, Roger, Patricia y Pablo y sus cinco nietos continúan sus vidas llevando un pedazo del legado de amor y esperanza de Lidia dentro sus corazones. 

La Maestra Lidia Reguerin creó hace 37 años la Escuela Popular, dedicada a la enseñanza del inglés como segundo idioma. Inspirada por educador brasileño Paulo Freire, Maestra Lidia quiso trabajar con la comunidad Latina. Fue entonces que pensó en crear una escuela espcífica, que atendiera sus necesidades y se ajustara a su cultura. Así, salio a la calle a buscar alumnos hispanos y habló con el pastor de la iglesia metodista La Trinidad, en San Jose, para poder usar un salon y comenzar a dictar sue clases gratuitas. La Maestra Lidia dice, “El primer día, solo tuve siete alumnos. El segundo dia vinieron 35 estudiantes y el tercer día, ya eran más de 100. En noviembre del 1986, la ley de amnistía abrió la puerta a unos tres millones de inmigrantes que recibieron el estatus legal par quedarse el país. Yo también abrí mis puertas, mas grandes que todos”. Para entonces, enseñaba, ella en la Escuela Popular de sies de la mañana hasta las nueve de la noche, a hispanos que buscaban mejores su vida. Hoy Escuela Popular sirve a más de 1,200 estudiantes que no pagan nada por aprender. Y 

aunque la Maestra Lidia ya no esta en la escuela en persona, sus enseñazas y legado siguen vivos.